Resumen del Capítulo 11
A la mañana siguiente, Ralph y sus compañeros intentan encender fuego en medio del aire frío, pero sus intentos son vanos sin los anteojos de Piggy, quien, con los ojos entrecerrados y apenas capaz de ver, le sugiere a Ralph que convoque una reunión para debatir opciones. Ralph sopla la caracola y los chicos que no se han ideo con la tribu de Jack se reúnen en la playa. Deciden que la única opción es ir hasta Castle Rock para hacer entrar en razones a Jack y sus seguidores.
Ralph decide llevar la caracola hasta Castle Rock, con la esperanza de que recordarles su anterior autoridad a los seguidores de Jack. Una vez en su campamento, sin embargo, el grupo de Ralph se encuentra con guardias armados y cuando intenta soplar la caracola, los guardias les ordenan que se retiren y los asustan lanzándoles piedras. De pronto, Jack emerge de la selva con un grupo de cazadores que arrastran un cerdo muerto. Jack y Ralph se enfrentan de inmediato. Aquel le ordena que se marche de su campamento y Ralph exige que le devuelvan los anteojos de Piggy. Jack ataca a Ralph y se pelean. Ralph no logra hacer que Jack entienda la importancia de la señal de fuego para que alguna vez puedan rescatarlos, pero Jack les ordena a los cazadores que capturen a Sam y Eric y los aten. Entonces, Ralph se enfurece y se lanza sobre Jack.
Ralph y Jack vuelven a luchar y Piggy habla a los gritos, tratando de hacerse oír por encima de la riña. Mientras Piggy intenta hablar tratando de recordarles la importancia de las reglas y del rescate, Roger empuja una enorme roca ladera abajo. Ralph logra oír la roca y la esquiva, pero esta golpea a Piggy, destroza la caracola que este tenía en la mano y lo hace caer por la ladera de la montaña donde muere contra unas rocas. Jack le arroja una lanza a Ralph y los demás niños no tardan en unirse, pero este escapa a la selva, y Roger y Jack empiezan a torturar a Sam y Eric, obligándolos a someterse a la autoridad de Jack y a unirse a su tribu.
Análisis del Capítulo 11
En medio del caos que se produce cuando los campamentos de Ralph y Jack se enfrentan, quedan destruidos dos símbolos importantes de la novela: la caracola y el Señor de las Moscas. Roger, el personaje menos capaz de comprender el impulso civilizador, aplasta la caracola cuando empuja la roca y mata a Piggy, el personaje menos capaz de comprender el impulso salvaje. Como veremos en el capítulo siguiente, Ralph, el personaje más estrechamente vinculado con la civilización y el orden, destruye al Señor de las Moscas, el tótem rector de los impulsos oscuros dentro de cada individuo. Con la muerte de Piggy y la conversión forzada de Sam y Eric a la tribu de Jack, Ralph se queda solo en la isla, condenado a la derrota por las fuerzas de la sed de sangre y el caos primitivo.
Como era de esperarse, la derrota de Ralph llega en forma de caza, el acto que más asociado estuvo en toda la novela al instinto salvaje. Irónicamente, si bien la caza es necesaria para la supervivencia del grupo —en la isla hay muy poca comida más allá de la fruta con la que se han enfermado muchos—, también es lo que los lleva a la barbarie mortal. Desde el inicio de la novela, los cazadores han sido los pioneros en el mundo del salvajismo y la violencia.
Además, el conflicto entre Ralph y Jack se manifiesta repetidas veces como el enfrentamiento entre los intereses de los cazadores y los intereses del resto. En el Capítulo 3, por ejemplo, los chicos discuten sobre si se les debe permitir a los seguidores de Jack cazar u obligarlos a construir cabañas con Ralph y Simón. Ahora que Jack y las fuerzas del salvajismo se han alzado con una prominencia indiscutible en la isla, la caza se ha impuesto por completo al instinto civilizador más pacífico. En lugar de mitigar con éxito el poder de la caza con las reglas y estructuras de la civilización, Ralph se convierte en víctima de las fuerzas salvajes que la caza representa, ya que se ha convertido literalmente en la presa.