Resumen del Capítulo 6 

En su carta Elizabeth expresa su preocupación por la enfermedad de Víctor y le ruega que le escriba a su familia en Ginebra en cuanto pueda. También le cuenta que Justine Moritz, una joven que vivían con la familia Frankenstein, ha regresado a su casa tras la muerte de su propia madre. 

Ya recuperado, Víctor le presenta a Henry, que está estudiando Lenguas Orientales, a los profesores de la universidad. Sin embargo, la tarea le resulta penosa, ya que tan solo ver un instrumento de química agrava sus síntomas o apenas hablar con sus profesores lo atormenta. Decide entonces regresar a Ginebra y espera una carta de su padre para determinar el día exacto de la partida. Entretanto, él y Henry recorren el país y se reaniman con las bellezas de la naturaleza. 

Resumen del Capítulo 7 

A su regreso a la universidad, Víctor se encuentra con una carta de su padre en la que le comunica que el hermano menor de Víctor, William, ha sido asesinado. Víctor parte de inmediato hacia Ginebra, angustiado, conmocionado y aprensivo. Al llegar, ya es de noche y las puertas de la ciudad están cerradas, por lo que pasa la noche deambulando por los bosques de las afueras de la ciudad. Cuando camina por el lugar donde encontraron el cuerpo de su hermano, divisa al monstruo que anda al acecho y se convence de que su creación es la responsable de la muerte de William. 

Sin embargo, al día siguiente, cuando regresa a su casa, se entera de que han acusado a Justine del asesinato. Tras el descubrimiento del cadáver, un criado había encontrado en el bolsillo de Justine una foto de Caroline que Frankenstein vio por última vez en posesión de William. Víctor defiende la inocencia de Justine, pero la evidencia en su contra es irrefutable y Víctor se rehúsa a dar explicaciones por miedo a quedar como un loco. 

Resumen del Capítulo 8 

Justine confiesa el crimen, creyendo que así conseguirá la salvación, pero les dice a Elizabeth y a Víctor que es inocente, y miserable. Ellos siguen convencidos de su inocencia, pero pronto ejecutan a Justine. Víctor queda sumido en el sentimiento de culpa, sabiendo que el monstruo que creó y el manto de secretismo bajo el que tuvo lugar la creación han causado la muerte de dos miembros de su familia. 

Análisis de los Capítulos 6–8 

Mediante la incorporación de cartas a su historia, Víctor permite que Elizabeth y Alphonse participen directamente de la narración, sin la voz de Víctor como intermediario, sino hablándoles directamente a Walton y al lector. Sin embargo, a la vez que las cartas acrecientan el realismo de la narrativa al permitir que los lectores escuchen las diversas voces de los personajes, también restan verosimilitud al relato en su totalidad. Es poco probable que Frankenstein pudiera recordar las cartas palabras por palabra y aún menos probable es que Walton las registrara tal cual en sus propias cartas a su hermana. Además, está la cuestión del filtro: los recuerdos de Víctor o de Walton, o de ambos, podrían estar sesgados, ya sea consciente o inconscientemente. La presencia de estas cartas pone en primer plano la cuestión de la fiabilidad del narrador. 

Las mujeres siguen ocupando un papel principalmente pasivo en la narración. Si bien Elizabeth sale en defensa de Justine, tanto ella como Justine son completamente impotentes a la hora de detener la ejecución. Solo Víctor tiene el poder de lograrlo, ya que es el único en posesión de la información crucial que podría llevar a la identificación del verdadero asesino. En la relación entre Víctor y Elizabeth, está claro que el poder radica en el primero: él es quien toma las decisiones; ella solo le ruega que tome las correctas. 

La llegada de Henry a Ingolstadt en el momento justo para cuidar de Víctor funciona como línea de comunicación entre él y su familia, un camino de regreso al calor de la sociedad. Sin embargo, cuando le pide que le presente a los profesores de la universidad, Henry lo arrastra de nuevo al reino de la química, la ciencia y los conocimientos peligrosos del que acaba de escapar. 

Durante el paseo que hace con Henry, Víctor recupera el sentido de la salud, de la honestidad y de la amabilidad social que había perdido durante sus meses de trabajo en la creación del monstruo. Henry es la cara opuesta de Víctor: encarna la claridad implacable, la franqueza, la preocupación y la buena salud en claro contraste con el secretismo, el ensimismamiento y la mala salud de Víctor.