Resumen

Preocupado por su amor a Daisy, Gatsby suspende sus fiestas, que eran principalmente un medio para atraerla. También despide a sus criados para evitar habladurías y los sustituye por personas sospechosas relacionadas con Meyer Wolfsheim. 

El día más caluroso del verano, Nick toma el tren hacia East Egg para almorzar en casa de Tom y Daisy. Allí también se encuentra con Gatsby y Jordan Baker. Cuando la nodriza le trae a Daisy a su niñita, Gatsby se queda atónito y no puede creer que sea real. Daisy, por su parte, no muestra gran interés por su hija. Durante esa tarde incómoda, Gatsby y Daisy no pueden ocultar su amor y, con excusa de estar aburrida, Daisy le propone a Gatsby ir a pasear a la ciudad. Él la mira con pasión y Tom se da cuenta de sus sentimientos. 

Ansioso por una confrontación, Tom aprovecha la sugerencia de Daisy y propone que vayan todos juntos a Nueva York. Nick viaja con Jordan y Tom en el carro de Gatsby, mientras que Gatsby y Daisy viajan juntos en el carro de Tom. Al parar a recargar en el taller de Wilson, Nick, Tom y Jordan se enteran de que Wilson ha descubierto la infidelidad de su mujer –aunque no la identidad de su amante– y planea trasladarla al Oeste. Bajo la mirada melancólica del Dr. T. J. Eckleburg, Nick percibe que Tom y Wilson están en la misma situación. 

En el agobiante calor de Nueva York, el grupo decide reservar una suite en el Hotel Plaza. Tom inicia su esperada confrontación con Gatsby burlándose de su costumbre de llamar a todo el mundo “viejo amigo”, además de acusarlo de mentir sobre sus estudios en Oxford. Gatsby responde que sí asistió a Oxford durante cinco meses, en un programa del ejército tras la guerra. Tom le pregunta sobre sus intenciones con Daisy, a lo que Gatsby responde que Daisy lo ama a él y no a Tom. Tom afirma que Gatsby nunca podría comprender la relación que tiene con su esposa y luego lo acusa de dirigir una operación de contrabando. 

Aunque Daisy comenzó la tarde enamorada de Gatsby, ahora se siente cada vez más del lado de Tom al presenciar la pelea. Al darse cuenta de que lo ha vencido, Tom envía a Daisy de regreso a Long Island con Gatsby para demostrarle que está seguro de que no puede hacerle daño. Cuando la disputa se calma, Nick se da cuenta de que es su trigésimo cumpleaños. 

De regreso en Long Island, Nick, Tom y Jordan descubren una escena aterradora justo a las afueras del valle de cenizas: han atropellado a alguien mortalmente. Michaelis, un hombre griego que tiene un restaurante junto al taller de Wilson, les dice que la víctima ha sido Myrtle y que un carro proveniente de la ciudad de Nueva York la atropelló, se detuvo y volvió a acelerar. Nick se da cuenta de que debió haber sido el gran carro amarillo de Gatsby y Daisy, al regresar de la ciudad. Tom cree que Wilson recordará el carro amarillo de aquella tarde y también supone que el conductor era Gatsby. 

De vuelta en casa de Tom, Nick espera afuera y se encuentra con Gatsby escondido entre los arbustos. Este le dice que se ha quedado allí esperando para asegurarse de que Tom no le hiciera daño a Daisy y le dice ella era la que conducía cuando atropelló a Myrtle, pero que él mismo asumirá la culpa. Aún preocupado por Daisy, Gatsby envía a Nick a ver cómo está. Nick encuentra a Tom y Daisy comiendo pollo frito frío y hablando. Han reconciliado sus diferencias y Nick deja a Gatsby solo a la luz de la luna. 

Análisis 

El Capítulo 7 saca a la luz el conflicto entre Tom y Gatsby, y su enfrentamiento por Daisy deja al descubierto aspectos problemáticos de ambos personajes. Durante los capítulos previos se han acumulado indicios de la actividad criminal de Gatsby. Tom investiga el asunto para confirmar sus sospechas y esgrime su conocimiento de las actividades ilegales de Gatsby delante de todos para desprestigiarlo. Al mismo tiempo, durante la confrontación salen a la luz con mayor claridad el sexismo y la hipocresía de Tom. Mientras que él carece de todo escrúpulo moral sobre sus propias aventuras extramatrimoniales, cuando se trata de la infidelidad de su esposa, asume la posición de víctima ultrajada. 

En dicho enfrentamiento también se manifiesta la importancia del tiempo y del pasado. La obsesión de Gatsby por recuperar un pasado feliz lo fuerza a ordenarle a Daisy que le diga a Tom que nunca lo ha amado. Él necesita saber que ella siempre lo ha amado, que siempre le ha sido leal emocionalmente. De la misma manera, Tom le recuerda a Daisy su historia íntima con él para recordarle que sí ha tenido sentimientos hacia él; al controlar el pasado, Tom erradica la visión que Gatsby tiene del futuro. El hecho de que Tom se sienta tan seguro como para enviar a Daisy de regreso a East Egg en compañía de Gatsby confirma la observación que hace Nick: el sueño de Gatsby ha muerto. 

La decisión de Gatsby de asumir la culpa por Daisy demuestra el profundo amor que aún siente por ella e ilustra la nobleza básica que define su carácter. Haciendo caso omiso de la caprichosa falta de preocupación por él que tiene Daisy, Gatsby se sacrifica por ella. La imagen de un lamentable Gatsby intentado protegerla afuera de su casa mientras ella y Tom están sentados adentro despreocupadamente es una imagen imborrable que le permite al lector ver más allá de la criminalidad de Gatsby y funciona como una conmovedora metáfora del amor que él siente por Daisy. 

La escena en que Nick se aleja de Gatsby al final del capítulo es paralela a la primera vez que lo ve, al final del Capítulo 1. En las dos instancias, Gatsby se queda de pie solo, bajo la luz de la luna, suspirando por Daisy. En el primer caso, extiende sus brazos hacia la luz verde al otro lado del lago, con una actitud optimista por el porvenir. En esta instancia, ha conseguido ir más allá de la luz verde hasta el jardín delantero de la casa de Daisy, pero ha perdido su sueño para siempre.