Resumen del Capítulo 5
Mientras Ralph camina por la playa, piensa en qué medida la vida es improvisación y cuánto tiempo de la vida de vigilia pasa mirándose los pies. Ralph está molesto con su cabello, que ahora está largo, desaliñado y que se le cae constantemente sobre los ojos. Decide convocar una reunión para intentar que el grupo vuelva a la normalidad. A últimas horas de la tarde, hace sonar la caracola y los chicos se reúnen en la playa.
En el punto de reunión, Ralph toma la caracola y reprende al grupo por no haber respetado las reglas. No han hecho nada de lo que se les encargó: no quieren trabajar en la construcción de refugios, no recolectan agua potable, descuidaron el fuego y ni siquiera respetan la zona designada para los sanitarios. Vuelve a subrayar la importancia del fuego e intenta disipar el creciente temor del grupo hacia bestias y monstruos. Los littluns, en particular, sufren cada vez más de pesadillas y Ralph les asegura que no hay monstruos en la isla. Jack también afirma que no hay bestias, que es natural sentir miedo, pero hay que aprender a aguantárselo. Piggy está de acuerdo con la afirmación racional de Ralph, pero una ola de miedo recorre el grupo.
Uno de los más pequeños toma la palabra y afirma que él sí ha visto una bestia. Cuando los demás lo presionan y le preguntan dónde podría esconderse durante el día, él sugiere que debe venir del océano. Esta explicación, hasta ahora impensable, aterroriza a los chicos y la reunión se sume en el caos. De pronto, Jack proclama que, si hay una bestia, él y los cazadores la atraparán y la matarán. Jack tormenta a Piggy y se va, y muchos otros chicos corren tras él. Finalmente, solo quedan Ralph, Piggy y Simón. A la distancia se oye bailar y cantar a los cazadores que se han ido con Jack.
Piggy insta a Ralph a que sople la caracola y convoque a los chicos para que vuelvan al grupo, pero Ralph teme que la convocatoria sea ignorada y que cualquier vestigio de orden se desintegre. Les dice a Piggy y Simón que debería renunciar al liderazgo del grupo, pero sus amigos le aseguran que los chicos necesitan su guía. Mientras el grupo se duerme, el llanto de un pequeño resuena en la playa.
Análisis del Capítulo 5
El miedo a la bestia ha pasado a ser un aspecto importante en la vida de los chicos, especialmente por la noche, desde el momento en el que el primer pequeño aseguró haber visto un monstruo con forma de serpiente en el Capítulo 2. En este capítulo, el miedo a la bestia finalmente estalla y termina con el intento de Ralph por restaurar el orden de la isla, además de precipitar la ruptura final entre Ralph y Jack. A esta altura sigue siendo incierto si la bestia existe o no. Cualquiera fuere el caso, la bestia opera como uno de los símbolos más importantes de la novela, ya que representa tanto el terror y el atractivo de los deseos primordiales de violencia, poder y salvajismo que acechan dentro de cada alma humana.
Siguiendo la línea de la naturaleza alegórica de la obra, la bestia puede interpretarse desde diferentes puntos de vista. Desde una lectura religiosa, por ejemplo, la bestia evoca al diablo; desde una lectura freudiana, puede representar el id, los impulsos y deseos instintivos del inconsciente humano. Más allá de cómo la interpretemos, la idea del pequeño de que el monstruo proviene del océano aterroriza a los niños, porque representa la aparición de la bestia en sus propias mentes inconscientes. Como Simón reconoce más adelante, la bestia no es algo que necesariamente exista afuera, en la jungla. En realidad, ya existe dentro de la mente y el alma de cada chico, en la capacidad de salvajismo y maldad que poco a poco los domina.
A medida que la idea de la bestia llena a los chicos de temor, Jack y los cazadores manipulan dicho miedo en su propio beneficio. Jack sigue insinuando que la bestia existe cuando sabe que probablemente no sea así, una manipulación que deja al resto del grupo temeroso y más dispuesto a cederles poder a él y a sus cazadores, más dispuesto a pasar por alto la barbarie de Jack en aras de mantener la “seguridad” del grupo. De este modo, la bestia se convierte indirectamente en una de las principales fuentes de poder de Jack.
Al mismo tiempo, Jack permite que los propios chicos actúen como la bestia, que expresen sus sentimientos de salvajismo hasta entonces inhibidos por la civilización. Como ese instinto es natural y está presente en cada ser humano, Golding afirma que todos somos capaces de convertirnos en la bestia.