Resumen del Capítulo 4
El resto del año escolar transcurre como un tiempo sombrío para Scout, que tiene que soportar un plan de estudios que avanza a paso lento y la lleva a la frustración constante en clase. Un día después de la escuela, al pasar por lo de los Radley, ve un papel de aluminio que se asoma de uno de los nudos de uno de sus robles. Scout mete la mano y descubre dos chicles. Los mastica y le cuenta a Jem lo sucedido. Él entra en pánico y la obliga a escupirlos. El último día de clase encuentran dos viejas monedas “con cabeza de indio” escondidas en el mismo lugar y deciden quedárselas.
Por fin llega el verano, termina la escuela y Dill regresa a Maycomb. Junto a él, Scout y Jem retoman sus juegos. Una de las primeras cosas que hacen es rodar dentro de un viejo neumático. Cuando le toca el turno a Scout, pasa rodando delante de la escalera de la casa de los Radley, y Jem y Scout entran en pánico. Sin embargo, este incidente le da a Jem una idea para el próximo juego: jugarán a “Boo Radley”. A medida que pasa el verano, el juego se complica hasta que representan un melodrama de toda la familia Radley. Finalmente, Atticus los descubre y les pregunta si su juego tiene algo que ver con los Radley. Jem miente y Atticus vuelve a entrar en la casa. Los niños dudan de si es seguro seguir jugando a eso.
Resumen del Capítulo 5
Jem y Dill se hacen amigos íntimos y Scout empieza a sentirse un poco dejada de lado. Como resultado, comienza a pasar mucho más tiempo con una de sus vecinas: la Srta. Maudie Atkinson, una viuda con gran talento para la jardinería y la pastelería, que en la infancia había sido muy amiga del hermano de Atticus, Jack. Le cuenta a Scout que Boo Radley sigue vivo y que tiene la teoría de que es víctima de un padre muy estricto (ya fallecido), un baptista “lavapiés” que pensaba que todo el mundo iría al infierno. La Srta. Maudie añade que Boo siempre fue educado y amable de niño. Dice que la mayoría de los rumores sobre él son falsos, pero que, si no estaba loco de niño, probablemente lo esté ahora.
Mientras tanto, Jem y Dill planean darle una nota a Boo para invitarlo a tomar un helado con ellos. Intentan pegar la nota en una ventana de los Radley con una caña de pescar, pero Atticus los atrapa y les ordena que “dejen de atormentar a ese hombre” ya sea con notas o con el juego de “Boo Radley”.
Resumen del Capítulo 6
Jem y Dill obedecen a Atticus hasta el último día que Dill pasa en Maycomb, cuando él y Jem planean ir a hurtadillas a la casa de los Radley y espiar a través de una persiana suelta. Scout los acompaña. Recorren sigilosamente el exterior de la casa y espían por varias ventanas. De pronto, ven la sombra de un hombre con sombrero y salen corriendo, y escuchan un disparo a sus espaldas. Se escapan por debajo de la cerca del jardín, pero a Jem se le enganchan los pantalones y tiene que quitárselos a patadas para poder liberarse.
Los niños regresan a casa, donde se encuentran con un grupo de vecinos, entre ellos Atticus, la Srta. Maudie y la Srta. Stephanie Crawford, la chismosa del barrio. La Srta. Maudie les informa que el Sr. Nathan Radley le ha disparado a “un negro” en su patio. La Srta. Stephanie añade que el Sr. Radley está esperando afuera con su pistola para disparar ante el primer ruido que escuche. Cuando Atticus le pregunta a Jem dónde están sus pantalones, Dill intercede y dice que se los ganó en una partida de strip póquer. Alarmado, Atticus les pregunta si estaban jugando a las cartas. Jem responde que solo estaban jugando con cerillas. Esa noche, Jem se escabulle a la casa de los Radley y recupera sus pantalones.
Análisis de los Capítulos 4–6
Estos capítulos sirven principalmente como registro de las travesuras infantiles de Jem y Scout con Dill y el espectro de Boo Radley. Incluso cuando los niños juegan a “Boo Radley”, intentan darle un mensaje a Boo y asomarse por sus persianas, de modo que el personaje de Boo se transforma de monstruo a ser humano. Aunque la relevancia de Boo para la trama principal de la novela sigue siendo desconocida, la convincente historia humana que se teje en estos capítulos en torno a este personaje despierta el interés del lector, aunque en este momento solo sea una distracción para los niños Finch.
La presencia de Boo se hace sentir en estos capítulos de diversas maneras. Primero, aparecen los regalos en el árbol de los Radley y, si bien Scout no sabe quién los ha estado poniendo allí, el lector puede darse cuenta fácilmente que ha sido Boo. En segundo lugar, la Srta. Maudie ofrece una visión del origen de la reclusión de Boo y una perspectiva más empática de su historia, en la que solo siente desprecio por las supersticiones que rodean a Boo: no es ningún demonio y sabe que sigue vivo, porque no ha visto que “se lo hayan llevado”. Desde su punto de vista, Boo era un buen chico que sufrió a manos de una familia tiránicamente religiosa. Es una de las tantas víctimas que pueblan un libro cuyo título, Matar un ruiseñor, sugiere la destrucción de un ser inocente. De hecho, como niño dulce y joven aparentemente enloquecido por un padre autoritario obsesionado con el pecado y el castigo, Boo personifica la pérdida de la inocencia que el libro, en su conjunto, se ocupa de dramatizar. Para los niños, que primero lo tratan como una superstición y un objeto de burla, pero más tarde llegan a verlo como un ser humano, Boo se convierte en un punto de referencia importante en su desarrollo gradual de una perspectiva más comprensiva y madura.
En estos capítulos, la primera persona después de Atticus en mostrar una actitud empática hacia Boo es la Srta. Maudie, quien, al igual que Boo, aparece como un personaje importante. Es uno de los personajes femeninos más fuertes y resistentes de la obra. Además de ser una de las pocas personas que comparte el sentido de justicia de Atticus, es la mejor amiga de Scout y su confidente. Dada la muerte de la esposa de Atticus, Scout encuentra en la Srta. Maudie y en la tía Alexandra las principales figuras maternas. Mientras que la segunda será la encargada de ofrecerle una visión de feminidad recatada y orgullo familiar, la primera la comprende, en lugar de criticarla, por usar pantalones y no comportarse como una dama. La Srta. Maudie es un modelo más fuerte para Scout: sirve de conciencia para las mujeres del pueblo, igual que Atticus para los hombres, y su agudeza y honestidad la convierten en lo opuesto a las insípidas chismosas como Stephanie Crawford.