Resumen del Capítulo 18
Tras su fatídico encuentro con el monstruo en el glaciar, Víctor pospone la creación de la nueva criatura femenina, dudoso de si será conveniente acceder a la petición del monstruo. Se da cuenta de que el proyecto lo obligará a viajar a Inglaterra para recabar información. Su padre se da cuenta de que está turbado la mayor parte del tiempo —Víctor, todavía atormentado por la culpa de las muertes de William y Justine, está ahora horrorizado por la tarea que está a punto de emprender— y le pregunta si su inminente matrimonio con Elizabeth es la fuente de su melancolía.
Víctor le asegura que la idea de casarse con Elizabeth es la única felicidad que tiene en la vida. Con la intención de reanimarlo, Alphonse le sugiere celebrar la boda sin demoras, pero Víctor se niega, puesto que no quiere acceder a casarse con Elizabeth antes de no haber cumplido con su obligación con el monstruo. Le pregunta a Alphonse si puede viajar primero a Inglaterra, a lo que este accede.
Víctor y Alphonse organizan un viaje de dos años para Víctor y Henry Clerval, quien está ansioso por retomar sus estudios tras varios años de desagradable trabajo para su padre en Ginebra. Después de viajar durante un tiempo, llegan a Londres.
Resumen del Capítulo 19
Víctor y Henry viajan por Inglaterra y Escocia, pero aquel está impaciente por comenzar su trabajo y librarse de la obligación que lo ata al monstruo. Víctor tiene un conocido en una ciudad escocesa, con quien insta a Henry a quedarse mientras él se va solo de viaje por Escocia. Henry consiente a regañadientes y Víctor parte hacia una remota y desolada isla de las Orcadas para completar su proyecto.
Instala rápidamente un laboratorio en una casucha y dedica muchas horas a trabajar en su nueva criatura. Sin embargo, a menudo se encuentra con problemas para continuar su trabajo, al darse cuenta de lo desagradable, incluso grotesco, que será el producto de su labor.
Resumen del Capítulo 20
Una noche, mientras trabaja, Víctor se pone a pensar en lo que podría ocurrir cuando termine su creación. Imagina que la nueva criatura podría negarse a recluirse, como el monstruo le había prometido, o que incluso las dos criaturas podrían querer tener hijos y crear “una raza de demonios sobre la Tierra”. En medio de estas cavilaciones y tormentos, Víctor alza la vista para encontrarse con el monstruo que le sonríe tras la ventana.
Abrumado por el horror del monstruo y la posibilidad de una segunda criatura como él, destruye su obra en curso. El monstruo se enfurece contra él por haber roto su promesa y al vislumbrar su propia soledad. Antes de marcharse, lo maldice y promete vengarse, jurando que estará presente en su noche de bodas.
La noche siguiente, Víctor recibe una carta de Henry, en la que le dice que está cansado de Escocia y le sugiere que continúen sus viajes. Antes de abandonar la casucha, Víctor limpia y empaqueta sus instrumentos químicos, y recoge los restos de su segunda criatura. A última hora de la tarde, rema hacia el mar para arrojar los restos al agua y se deja descansar un rato en la barca. Se queda dormido y, cuando se despierta, se da cuenta de que el viento le impide regresar a la orilla. Presa del pánico, teme por su vida y contempla la posibilidad de morir en el mar, arrastrado por el viento hacia el Atlántico. Sin embargo, pronto cambian los vientos y llega a la orilla, cerca de un pueblo. Al desembarcar, un grupo de lugareños lo recibe con rudeza y le dice que es sospechoso de un asesinato descubierto la noche anterior.
Análisis de los Capítulos 18–20
El contraste entre Víctor y Henry, establecido por primera vez en Ingolstadt, se define aún más como resultado de los efectos opuestos que la naturaleza genera en cada uno: Víctor totalmente ensimismado y Henry totalmente extrovertido. Antes, la interacción de Henry con la familia Frankenstein y su sociabilidad en general se oponían al secretismo y al aislamiento de Víctor. Del mismo modo, ahora su optimismo y alegría en presencia de una naturaleza sublime se oponen a la ansiedad que Víctor siente al saber que el monstruo acecha su entorno natural.
Para Henry, “vivo ante cada nueva escena, alegre de ver las bellezas del sol poniente y más feliz aún al contemplar el amanecer”, la naturaleza es una fuente de dicha infinita, mientras que para Víctor, esta se ha convertido en un recordatorio constante de su imprudente intromisión y de su responsabilidad en las tragedias que le han sobrevenido.