Resumen del Acto Segundo, Escena 5 

En el huerto de los Capuleto, Julieta espera impaciente a la nodriza, a quien envió para que se reuniera con Romeo tres horas antes. Por fin, la nodriza aparece y Julieta la presiona ansiosa para que dé las noticias. La nodriza dice que está muy cansada, dolorida y sin aliento como para contarle lo sucedido. Julieta se pone frenética y la nodriza termina cediendo, y le cuenta que Romeo la espera en lo de fray Lorenzo para casarse con ella. La nodriza se retira para encontrarse en un callejón con un sirviente de Romeo que le llevará una escalera para que él pueda subir hasta la recámara de Julieta y consumar su matrimonio. 

Resumen del Acto Segundo, Escena 6 

Romeo y el fraile esperan la llegada de Julieta. Extasiado, Romeo declara con descaro que no le importa lo que esto pueda acarrear, porque cualquier desgracia palidecerá en comparación con la alegría que siente en ese momento. Fray Lorenzo le aconseja que ame con moderación y no con tanta intensidad, diciendo: “placeres tan violentos encuentran violentos finales” (2.6.9). Julieta entra y Romeo le pide que hable poéticamente de su amor, a lo que ella responde que aquellos que pueden describir tan fácilmente su “valor” son mendigos, su amor es demasiado grande para que lo puedan describir tan fácilmente. Los amantes salen con fray Lorenzo y se casan. 

Análisis del Acto Segundo, Escenas 5–6 

A lo largo de estas escenas, Shakespeare subraya la emocionante alegría del amor romántico y juvenil. Romeo y Julieta están electrizados por la ilusión. En una escena maravillosamente cómica, Julieta apenas puede contenerse cuando la nodriza finge estar demasiado cansada para darle la noticia. Romeo está igualmente emocionado y proclama con descaro y blasfemia que su amor es la fuerza más poderosa del mundo. 

Aunque está claro que la euforia del amor domina estas escenas, no están totalmente ausentes ciertos presagios ominosos. El juego de la nodriza en el que demora la noticia encontrará su triste reflejo en una escena futura, cuando sea la angustia lo que le impida darle otra noticia a Julieta y provoque así una terrible confusión. Otro presagio aún más profundo existe en la observación que hace el fraile sobre el poderoso amor de Romeo: “placeres tan violentos encuentran violentos finales” (2.6.9). Todos los espectadores saben que la obra es una tragedia y que Romeo y Julieta morirán, por lo tanto, las palabras del fraile son algo más que una simple diferencia de opinión con Romeo: refuerzan la presencia y el poder del destino. 

La devoción de fray Lorenzo por la moderación es interesante porque ofrece una alternativa a la forma en que viven todos los demás personajes de la obra. De Romeo a Teobaldo, y de Montesco a Capuleto, todos los personajes persiguen sus pasiones y renuncian a la moderación. El fraile critica esta forma de actuar y sentir, señalando su destructividad. Si bien está en lo cierto, después de exponer su creencia, el fraile se ve envuelto en todos los excesos y pasiones que él mismo desaconseja. La pasión de los jóvenes amantes puede ser destructiva, pero también exquisitamente bella; si Romeo y Julieta fueran moderados en su afecto, su amor no sería tan profundo.