To Kill a Mockingbird (“Matar un ruiseñor”) relata el paso de la joven narradora de la inocencia a la experiencia en que su padre se enfrenta al sistema de justicia racista del Sur rural, durante la Gran Depresión. Al ser testigo del juicio a Tom Robinson, un hombre negro acusado injustamente de violación, Scout, la narradora, desarrolla su propia visión de su pueblo, su familia y de sí misma. Diversos incidentes de la novela la llevan a enfrentarse a sus creencias, sobre todo cuando condenan a Tom a pesar de su evidente inocencia. Scout se enfrenta a sus propios prejuicios a través de su encuentro con Boo Radley, un vecino misterioso al que Scout considera al principio una atemorizante criatura fantasmagórica. El desenlace de la novela comienza a perfilarse cuando Boo rescata a Scout y a su hermano, y ella se da cuenta de que es un ser totalmente humano y noble. Al mismo tiempo, Scout experimenta una inevitable desilusión cuando queda expuesta a la realidad de la naturaleza humana. El arraigado racismo de su pueblo, la injusta condena y asesinato de Tom Robinson, y la maldad de Bob Ewell la fuerzan a reconocer la desigualdad social y los aspectos más oscuros de la humanidad. A lo largo del libro, su padre Atticus representa la moralidad y la justicia, pero a medida que Scout se vuelve más sensible a quienes la rodean, ve el efecto de su lucha por mantenerse puramente bueno en un mundo contaminado.

El libro comienza con el recurso de establecer un marco narrativo mediante la referencia de Scout al hecho de que su hermano Jem se fracturó un brazo cuando tenía trece años. Scout dice que explicará los acontecimientos que llevaron a esa lesión, pero que no sabe por dónde empezar, lo que plantea la cuestión de la influencia del pasado en el presente. Después de trazar su historia familiar y describir cómo su padre terminó siendo el abogado de Maycomb, Alabama, retoma su narración casi tres años antes del incidente, cuando ella tenía “casi seis” y Jem tenía “casi diez”. Describe Maycomb como un pueblo adormecido y pobre, arraigado en los ritmos y rituales del pasado. Su afectuosa caracterización del pueblo lo presenta como un lugar ideal para ser niño, donde Scout y su hermano juegan en la calle todo el día durante el verano. Estas primeras escenas de seguridad e inocencia contrastan más tarde con sus descripciones más maduras y matizadas de los aspectos más oscuros del pueblo y del precio de su apego al pasado.

En los capítulos siguientes, Scout relata una serie de anécdotas divertidas que nos presentan a los personajes principales del libro y establecen el orden social del pueblo. Por sugerencia de su amigo Dill, Scout y Jem intentan hacer que su misterioso vecino, Boo Radley, salga de su casa, de la que ha estado prisionero tras haberse metido en problemas de adolescente, cuando apuñaló con unas tijeras a su padre en una pierna cuando tenía treinta años. Se ha convertido en objeto de los chismes y las especulaciones del pueblo, y los niños se muestran a la vez aterrorizados y fascinados con su naturaleza aparentemente monstruosa y fantasmal. Cuando Scout comienza la escuela, conocemos a Walter Cunningham, el hijo de una familia de campesinos pobre pero orgullosa. Cuando Walter va a almorzar a su casa, Scout recibe una reprimenda por haberse burlado de sus modales en la mesa, una de las primeras lecciones de empatía que aprende. Otro niño de la escuela, Burris Ewell, nos presenta a la familia Ewell, que ocupará un lugar destacado más adelante en el libro. Los Ewell son un clan mezquino y antisocial que depende de las ayudas del gobierno y que solo envía a sus hijos a la escuela un día al año, para evitar al agente de faltas. Burris amenaza a la maestra con violencia, lo que anticipa el violento ataque de su padre más adelante en el libro. El padre de Burris, Bob, representa el racismo y el pasado violento del Sur, y es el antagonista del libro.

El incidente que desencadena Matar un ruiseñor ocurre en el capítulo nueve, cuando Scout se entera por otro compañero de que su padre está defendiendo a un hombre negro, Tom Robinson, a quien han acusado de violar a Mayella Ewell, una mujer blanca. Cuando la vecina de Scout y Jem, la Sra. Dubose, los insulta por el trabajo de su padre, Jem se venga y le destruye el jardín. Como castigo, le exigen leerle a la Sra. Dubose, tras lo cual Atticus revela que es adicta a la morfina y que estaba decidida a superar su adicción antes de morir. Este episodio desarrolla aún más la idea de sentir empatía por los demás al intentar comprender su situación. También introduce el concepto de que la valentía también es adherirse a un principio, a pesar del costo personal que represente. La admiración de Atticus por la determinación de la Sra. Dubose de morir “libre” se refleja más tarde en la admiración que siente Scout por la convicción de su padre en sus valores, incluso a costa de su seguridad personal. Esta convicción se manifiesta cuando él pasa la noche vigilando la celda de Tom. La comunidad blanca de Maycomb se indigna e intenta lincharlo, pero Scout lo salva a él y a Atticus interrumpiendo el intento de linchamiento y recordando inadvertidamente a la turba a sus propios hijos. Aunque ella es fundamental en este suceso, no comprende del todo sus ramificaciones. Esta combinación de ingenuidad y atento testimonio caracteriza la narración de Scout a lo largo de todo el libro.

La novela llega a su clímax al final del juicio de Tom, cuando el jurado emite su veredicto. Durante el juicio, Scout y Jem se cuelan entre los espectadores negros, aunque Atticus les había prohibido asistir. En su defensa, Atticus establece que Tom era físicamente incapaz de atacar a Mayella, y sugiere que, en realidad, fue ella quien se le insinuó en busca de sexo y su padre la golpeó al verlos juntos. Al interrogarla sobre las circunstancias de su familia, Atticus pinta un retrato más sombrío y preocupante de Maycomb que las descripciones anteriores de Scout, lo que revela la disparidad económica entre familias relativamente acomodadas como los Finch y los empobrecidos Ewell. A pesar de la defensa de Atticus y la creencia implícita del juez en la inocencia de Tom, el jurado lo condena en un momento cúlmine que termina yendo en contra de nuestras expectativas de que el bien triunfe sobre el mal. Scout queda conmocionada ante el veredicto, y el contraste entre su sorpresa y la resignación de su padre revela que aún le quedan por dejar atrás muchas ilusiones sobre el mundo. Más tarde, matan a Tom cuando intenta escapar y este suceso marca hasta qué punto el sistema judicial les ha fallado a Tom y a la comunidad negra de Maycomb. Tanto Scout como Jem deben reconciliar su nueva comprensión del mundo con el idealismo y las elevadas normas morales de su padre.

La acción comienza a descender en Halloween, unos meses después del juicio. A pesar de la condena y muerte de Tom, Bob Ewell se siente humillado por los acontecimientos del juicio y busca vengarse tanto de la viuda de Tom como del juez. Tras el desfile de Halloween, Bob ataca a Scout y Jem, y este se fractura un brazo en la refriega. Boo Radley los rescata y mata a Bob con su propio cuchillo. La reaparición de Boo muestra cómo la comunidad puede actuar como una poderosa fuerza protectora, lo que suaviza la crítica social de la secuencia del juicio. Sin embargo, la reclusión de Boo y la decisión de Atticus de decir que Bob Ewell se cayó accidentalmente sobre su propio cuchillo también demuestran que estos dos hombres siguen percibiendo la comunidad como una entidad riesgosa y potencialmente destructiva. La bondad de Boo restaura en cierto modo la fe de Scout en la humanidad, y su afirmación de que “nada da miedo de verdad excepto en los libros” sugiere que se siente preparada para enfrentarse al mundo con su nueva comprensión adulta de sus complejidades. El desenlace de la novela sugiere que la humanidad estará bien siempre que recordemos ver a los demás como individuos y empaticemos con sus perspectivas. Aunque el final implica que Scout ha realizado una transformación significativa y beneficiosa a lo largo de la novela, Lee deja sin resolver el problema más amplio del racismo institucionalizado y la desigualdad económica del Sur.