Resumen del Acto Cuarto, Escena 1
En su celda, fray Lorenzo habla con Paris sobre la inminente boda con Julieta. Paris le dice que el dolor de Julieta por la muerte de Teobaldo la ha desequilibrado, y que Capuleto, en su sabiduría, ha determinado que deben casarse pronto para que Julieta pueda dejar de llorar y poner fin a su luto. El fraile comenta por lo bajo que desearía desconocer una razón para retrasar el matrimonio de Paris con Julieta.
Julieta entra y Paris le habla con cariño, aunque con cierta arrogancia, a lo que ella responde con indiferencia, sin mostrar ni afecto ni antipatía. Comenta que aún no se ha casado con él y bajo el pretexto de que debe escuchar la confesión de la joven, fray Lorenzo aleja a Paris, que no se retira sin antes besar a Julieta una vez.
Cuando este se marcha, Julieta le pide ayuda al fraile, desenfundando un cuchillo y amenazando con matarse antes que casarse con Paris. El fraile le propone un plan: debe aceptar casarse con Paris; luego, la noche antes de la boda, debe beber una poción que la hará entrar en un sueño que la hará parecer muerta. La llevarán a la tumba de los Capuleto y el fraile enviará un mensaje a Romeo en Mantua para que lo ayude a hacerla volver en sí cuando ella despierte. Entonces ella partirá a Mantua con Romeo y será libre para vivir con él lejos del odio de sus padres. Julieta acepta el plan sin reservas y el fraile le entrega la poción.
Resumen del Acto Cuarto, Escena 2
Julieta regresa a casa, donde encuentra a sus padres preparando la boda y los sorprende arrepintiéndose de su desobediencia y aceptando con alegría casarse con Paris. Capuleto está tan contento que insiste en adelantar la boda un día, para el día siguiente, miércoles. Julieta se dirige a sus aposentos con la excusa de prepararse para la boda y Capuleto va a darle la noticia a Paris.
Análisis del Acto Cuarto, Escenas 1–2
Fray Lorenzo es el personaje más astuto e intrigante de Romeo y Julieta: casa en secreto a los dos amantes, envía a Romeo a Mantua y prepara la muerte de Julieta. Sus maquinaciones parecen también instrumentos del destino. Sin embargo, a pesar del papel que desempeña en la muerte de los amantes, Shakespeare nunca lo presenta de forma negativa, ni siquiera ambigua, sino como una presencia benigna y sabia. El trágico fracaso de sus planes se presenta como un accidente desastroso en el cual no tiene ninguna responsabilidad.
En cambio, resulta difícil situar a Paris dentro del esquema moral de la obra. No es exactamente un adversario de Romeo y Julieta, ya que nunca actúa conscientemente para hacerles daño ni para ir en contra de sus deseos. Como casi todo el resto, Paris no sabe nada de su relación y sus sentimientos hacia Julieta también son objeto de cierta ambigüedad, ya que el público nunca tiene acceso a sus pensamientos. La evidencia textual luego indica que Paris alberga un amor legítimo por Julieta y, aunque asume con arrogancia que ella querrá casarse con él, nunca la trata con crueldad. Sin embargo, como ella no lo ama, casarse con él resulta para Julieta una posibilidad real y aterradora.