Resumen del Acto Cuarto, Escena 3
En su alcoba, Julieta le pide a la nodriza que la deje pasar la noche a solas y luego le pide lo mismo a su madre. Sola, aferrada al frasco que le ha dado fray Lorenzo, se pregunta qué sucederá cuando lo beba. Si el fraile no es de fiar y solo busca ocultar su participación en su casamiento con Romeo, entonces está muerta; o, si Romeo se atrasa por alguna razón, puede que ella se despierte dentro de la tumba y se vuelva loca de miedo. Tiene una visión del fantasma de Teobaldo en busca de Romeo y le ruega que deponga su persecución. Luego brinda por Romeo y bebe el contenido del frasco.
Resumen del Acto Cuarto, Escenas 4–5
Temprano por la mañana, la casa de los Capuleto rebosa con los preparativos para la boda. Los padres le piden a la nodriza que vaya a despertar a su hija y esta encuentra a Julieta muerta, por lo que comienza a lamentarse y pronto se le unen los Capuleto. Paris llega acompañado de fray Lorenzo y un grupo de músicos para la boda. Cuando se enteran de lo sucedido, Paris comienza también a lamentarse. El fraile les recuerda que Julieta ha ido a un lugar mejor y los insta a prepararse para su funeral. Con pesar, todos obedecen y se retiran.
Olvidados y con la tarea interrumpida, los músicos comienzan a recoger sus cosas. Pedro, el criado de los Capuleto, entra y les pide que toquen una melodía alegre para aliviar su triste corazón. Los músicos se niegan, argumentando que hacerlo sería inapropiado. Enfadado, Pedro los insulta y estos le devuelven los insultos. Tras proferir un último insulto a los músicos, Pedro se marcha. Los músicos deciden esperar a que regresen los dolientes para poder comer el almuerzo que se servirá.
Análisis del Acto Cuarto, Escenas 3–5
Una vez más, Julieta muestra su fortaleza. Imagina una escena tras otra en las que la poción le produce daños físicos o psicológicos, pero igualmente decide beberla. Con este acto, no solo intenta eludir las fuerzas que impiden su relación con Romeo, sino que asume toda responsabilidad sobre su vida. Reconoce que beber la poción podría llevarla a la locura o a la muerte, por tanto, beberla constituye una acción en la que toma su vida en sus propias manos y determina lo que vale para ella. Además del presagio evidente de la visión de Julieta del fantasma vengativo de Teobaldo, el hecho de que beba la poción también insinúa acontecimientos futuros. Bebe la poción del mismo modo que Romeo beberá más tarde el veneno del boticario. Así, Julieta no solo demuestra su voluntad de tomar su vida en sus propias manos, sino que, pasando a la acción, también va en contra de lo que se espera de las mujeres.
En su luto por su hija, los Capuletos no se muestran tanto como una fuerza hostil contra los amantes sino más como individuos. El público logra comprender las inmensas esperanzas que habían depositado en su hija, además de ver el amor que le tienen. Del mismo modo, el amor de Paris por Julieta se presenta como completamente legítimo. Sus lamentos no pueden interpretarse simplemente como el dolor por la pérdida de una esposa que podría haberle traído fortuna, sino que parecen algo más personal, más cercano al dolor por la pérdida de un ser querido.
En muchas representaciones de Romeo y Julieta se suprime la escena de Pedro y los músicos por una buena razón: el humor y el intercambio de insultos parecen fueran de lugar en un momento tan trágico de la obra. Si vemos la escena como un simple respiro cómico, es posible argumentar que funciona como una especie de cesura, un momento para que el público se recupere después de la tragedia del Acto Cuarto y antes de una tragedia mayor en el Acto Quinto. Si la observamos en el contexto de las escenas anteriores con criados, es posible interpretar de otro modo la razón por la que Shakespeare la ha incluido. Gracias a cada escena en la que participan criados, conocemos una perspectiva única de los acontecimientos que tienen lugar. Aquí, en las figuras de los músicos, tenemos una visión de la muerte de Julieta profundamente diferente de la reacción de las clases más altas. Al principio, los músicos se muestran reacios a tocar una melodía alegre porque se consideraría inapropiado, sin importar sus explicaciones. Después de todo, no corresponde a un simple músico dar explicaciones a los nobles en duelo. A medida que la escena avanza, se hace evidente que en realidad a los músicos no les importa tanto Julieta ni la tragedia que ha sufrido, sino que les preocupa más el hecho de que ya no tienen trabajo que hacer y tal vez los despidan sin darles de comer antes. En otras palabras, esta gran tragedia, tan épica para los Capuleto, no lo es así para todos.